SANGOLQUÍ AL PASO

 SANGOLQUÍ

Sangolquí es patrimonio cultural del Ecuador desde 1992. Se encuentra en la parroquia de Sangolquí, a unos 40 minutos de Quito. Allí podemos visitar la “Iglesia San Juan Bautista de Sangolquí”, su nombre deriva de una combinación entre Juan el Bautista y Cacique Juan Sangolquí, quien es el heredero del Cacique Quimbalembo de Chillo. Quimbalembo luchó hombro a hombro con Rumiñahui, el poderoso general Inca de origen Quitu, que defendió el Valle en los tiempos de la conquista.

Rumiñahui era hijo del Inca Huayna Cápac y de Nary Ati, princesa de Pillaro. Ella era hija del Cacique Pillahuaso y la reina Chozanguil. De ahí que su verdadero nombre era Pillahuaso II, en lengua Quitu. Su nombre “Rumiñahui”, tiene que ver con su carácter severo, introvertido, autoritario, de gran dureza, aunque se discute otra teoría que habla de un problema ocular, quizá una catarata, por lo que los cuzqueños le decían “Ojo de piedra”

Sea como fuere la zona de Sangolquí fue habitada desde hace unos 11.000 años por grupos humanos debido a las bondades de su clima, para el año 1460 pasa a formar parte del Imperio Inca y en 1534 es conquistada por España. En 1580 las órdenes religiosas de “La Compañía de Jesús, La Merced y San Agustín” compraron extensas zonas en Chillo, para convertirlas en haciendas, algunas de las cuales aún se conservan. 

No fue hasta la expulsión de los Jesuitas a finales del siglo XVIII que las haciendas pasaron a manos de familias nobles y adineradas, ese es el caso de la Hacienda de Chillo Compañía, cuyo propietario Juan Pío Montufar, Marqués de Selva Alegre. Fue un conocido agitador de la efervescencia revolucionaria en contra de la corona. En 1809 Sangolquí se transformaría en un nido revolucionario donde se reunían los conspiradores contra la corona española, dejando numerosos vestigios y leyendas, así como túneles e infraestructuras variadas.

La plaza central se empezó a erguir sobre un cementerio que ocupaba la zona, en 1915, una vez exhumados los cadáveres se trasladó la pileta que adorna la plaza, desde la ciudad de Quito. Esta pileta es famosa pues fue testigo del primer grito de la independencia el 10 de agosto de 1809 y los hechos del 02 de agosto de 1810. La Iglesia Matriz fue construida en 1926 por el arzobispo de Quito Manuel María Polit Lasso. La construcción presenta un estilo Greco-Romano y en su interior hay abundantes altares bellamente decorados y piedra viva esculpida.

Como dato importante es que junto a la Iglesia se encuentra una pequeña capilla, la de “San Francisco” que se construyó sobre lo que fue la primera iglesia parroquial del siglo XVI.

Por

Elías Armendaris


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