MISTELAS








MISTELAS

 Quito, la Capital del Ecuador, es una ciudad de altura situada a 2850 msnm, en la que podemos explorar un suculento abanico de platos típicos que amalgaman las tradiciones indígenas  con la cultura gastronómica  llegada de España; y, además combina ingredientes de las diversas regiones climáticas lo que le da a la gastronomía local una gran variedad.  La ciudad está rodeada de volcanes algunos de los cuales siguen activos y de vez en cuando nos proporcionan un buen susto. La Franciscana ciudad de Quito, fundada el 6 de Diciembre de 1534,  es el deslumbrante resultado del sincretismo cultural de dos maravillosas civilizaciones, conservando el patrimonio histórico  tanto de los pueblos ancestrales anteriores al incario, como de los propios incas y el aporte de España a través de la conquista y colonización de los territorios de América.

Siendo así tenemos una gastronomía prodigiosa  que puebla mercados, callejones, rinconadas, bares, sótanos y plazas. Es precisamente en una de estas direcciones donde podremos encontrar las famosas mistelas. Dulce típico Quiteño compuesto por un cascarón de azúcar de colores variados y en cuyo centro líquido se entremezclan sabiamente  ron y licores frutales,  mezclados con miel,  haciendo de su degustación una experiencia deliciosa, claro está que su consumo debe ser moderado debido a que tras un par de cajitas de dicho confite engañoso se puede empezar a perder la cabeza.

El local donde se puede degustar este delicioso y alquímico plato se encuentra en la antiguamente conocida como “calle de las 7 cruces” justo en frente del Monasterio del Carmen Alto, construido en las últimas décadas del  S XVI. Hoy en esa esquina se encuentran las calles García Moreno y Vicente Rocafuerte y justo en frente del monasterio se encuentra “El Cucurucho del Maní” establecimiento dedicado al expendio de dulces tradicionales, donde encontraremos este tesoro culinario.

 Los Cucuruchos constituyen una imagen que se ha ganado su puesto en las festividades capitalinas  de Semana Santa,  que incluyen una procesión religiosa y el famoso “arrastre de caudas”, un ritual medieval que ya sólo se practicaba en Sevilla y Lima, pero actualmente Quito es la única ciudad en el mundo que conserva esta tradición, todo esto enriquecido por el colorido de los aportes culturas indígenas, lo que da como resultado un sincretismo cultural indígena /español de gran originalidad. Dicho lo cual no se me ocurre un mejor rincón para poder pecar con el sabor y a expiar las culpas…

Elás Armendaris

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