DE LOS PROTO AVENTUREROS DEL PALEOLITICO A LOS TEMERARIOS DE LA ERA ESPACIAL.







DE LOS PROTO AVENTUREROS DEL PALEOLITICO A LOS
TEMERARIOS DE LA ERA ESPACIAL.

Por: Elías Armendaris 

La cuestión de la evolución sigue siendo un misterio que devela paso a paso sus secretos mejor guardados, el Darwinismo explica apenas la punta del Iceberg evolutivo mientras bajo las aguas se desplaza un inmenso historial de cadenas y relaciones simbióticas entre especies que nos han permitido llegar al día de hoy. Hace dos millones de años diversos grupos de homínidos se desplazaban por los continentes, hasta que algún cambio en el motor evolutivo potenció a los sapiens a llevar la batuta del porvenir. Esto es la curiosidad, la curiosidad nos convirtió en migrantes, en pueblos gitanos que perseguían a las manadas mientras investigaban el mundo. Hoy por hoy los investigadores más aguerridos se someten a pruebas titánicas con un solo fin, “averiguar que hay allí”, del mismo modo que en el Paleolítico se preguntaron quienes habitaron las cuevas de Lascaux y Altamira. Ese allí misterioso donde se ocultaron los monstruos de la antigüedad es ahora parte de una realidad fascinante, explicada por el funcionamiento de los enlaces químicos, al parecer, una serie de factores de origen biológico han ido creando respuestas neurológicas que le permitieron a la especie convertirse en seres curiosos y exploradores, aprender más rápido de sus experiencias y generar nuevos conocimientos a partir de ello.

Estos primeros hombres competían por los recursos para sobrevivir y se disponían a empezar la carrera por conquistar el mundo, en ese contexto tan dinámico donde la caza y la recolección eran los elementos más básicos, el enfrentarse a manadas de grandes mamíferos exigía una extraordinaria valentía y una especialísima capacidad de organización y coordinación, además estos grupos humanos empezaron a organizarse en núcleos familiares, en clanes y pueblos, a desarrollar formas de interpretar la  realidad, es decir la cultura y la ciencia y a descifrar los misterios de un mundo en cambio. Algunos de esos grupos se extinguieron en el proceso, otros continuaron el viaje por poblar el mundo. Ese Universo por conocer se revelaba basto y atemorizante, pero entre ellos creció la semilla de lo que hoy llamamos ser un temerario, y lo cambió todo. Los forzó a bajar de los árboles, los forzó a desarrollar tecnologías y estrategias, a establecer patrones de comportamiento y más importante aún a explorar el entorno.

En la actualidad vemos verdaderos ejemplos de temerarios sin límites, todos los días nos llegan noticias de personas que hacen cosas difíciles de creer y que en general comparten esa misma raíz que empezó su viaje enlas llanuras africanas. Pero qué es lo que hace que un científico se sumerja en la fosa de las Marianas y que otro se lance de 36,3 kilómetros de alto en una caída libre de 1356km/h? La NationalGeography se hizo la misma pregunta, y en Junio del 2013 publicó  un reportaje donde entrevistaron a James Cameron, quien en Marzo del 2012 arriesgó su vida al arrojarse en el DEEPSEA CHALLENGER, una especie de submarino único en su tipo, a 11000 metros de profundidad desafiando la presión que a esas profundidades puede aplastar el cuerpo sin problema alguno. La respuesta que dio Cameron fue simple, entre líneas deja ver que su motivación era saber que había allí. FelixBaumgartner quería ser el primero en romper la barrera del sonido, simplemente cayendo desde una gran altura, así que estableció un record el mes de Octubre del 2012 saltando desde un globo en la estratósfera.Un estudio en la Universidad Autónoma de Barcelona en el 2010, rebeló que la adrenalina ayuda a mejorar la memoria, en especial la de reconocimiento, que tiene que ver con los estímulos del entorno. Esto se debe a que las situaciones emocionantes y de estrés que generan la liberación tanto de endorfinas como de adrenalina, influyen en como el cerebro guarda los recuerdos, es decir en el aprendizaje.

Al parecer, una serie de factores de origen biológico han ido creando respuestas neurológicas que le permitieron a la especie convertirse en seres curiosos y exploradores. Tal y como David Zald de la NationalGeographc ha encontrado en investigaciones asociadas a sustancias químicas que fungen como neurotransmisores. Esta necesidad de riesgo que aparece ante un desafío (Adrenalina y endorfina) y que una vez superado éste libera una descarga de satisfacción (dopaminas)resulta ser proporcional al reto, de tal forma que cada vez se buscan retos más grandes, algo interesante es que estos sujetos de prueba suelen tener menos autoreceptores en el área del cerebro asociada a la gratificación, por tanto se exigen mucho más para sentir los neurotransmisores. Sustancias como la adrenalina o las dopaminas  son las estrellas de esta nueva investigación, la dopamina revela que del mismo modo que ayuda a controlar las habilidades motrices provoca la necesidad de buscar experiencias novedosas y actúa a nivel cerebral en el área relacionada con las nuevas experiencias, en tanto que la adrenalina actúa sobre los sistemas motrices, cardiacos y respiratorios, de esta forma, según demuestran los experimentos de la UAB antes mencionados, en ratones de laboratorio a los que se les ha suministrado adrenalina después del entrenamiento ha habido una considerable mejora en el proceso de aprendizaje, llegando a durar hasta 48 horas más que en sus pares sin adrenalina.


En conclusión tenemos todos ancestros comunes, ancestros que hace dos millones de años pasaron de ser meros habitantes del planeta a ser investigadores del mismo, esta rama de homínidos que desarrollaron un sistema biológico que utiliza reacciones químicas en el cerebro, tenía una ventaja en el aprendizaje respecto a los otros grupos humanos que se disputaban la tierra. El juego de adrenalina, endorfina y dopamina  nos impulsó a ser más arriesgados y curiosos, a crear tecnologías y nuevos conocimientos, cuyo desarrollo  jugó un papel clave en la conquista del mundo por la especie y  es aún hoyuna pieza clave de lasinvestigaciones que se emprenden en los rincones más difíciles de la tierra y fuera de ella,  esas respuestas químicas del cerebro son los cauces que nos impulsan a conocer más y es la curiosidad lo que nos permitió generar herramientas para sobrevivir a los entornos más extremos y entender cómo funcionan los micro cosmos y las relaciones simbióticas entre unos seres y otros. Ahora estamos seguros que las primeras palabras del hombre fueron por qué?cómo?y  dónde? Y no papá o mamá.


Artículo :
Gwin Peter, “El misterio del Riesgo” NationalGeographic Junio 2013, pag 4-19


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