SANDUCHES DE LA CATEDRAL

SANDUCHES DE LA CATEDRAL

 

 

Una parada obligatoria en la visita al centro de la ciudad de Quito es la Plaza de la Independencia, hito histórico en honor a los próceres que protagonizaron el llamado “Primer grito de la independencia en Hispanoamérica” el 10 de agosto de 1809. En torno a la plaza se encuentran el palacio de Carondelet, sede del gobierno, el Palacio Arzobispal, el Palacio Municipal y la Catedral Metropolitana, cuatro sitios de tradición y de gran importancia histórica.

 

Sin embargo, es en los bajos de la Catedral Metropolitana, fundada en 1562, donde se encuentra “La Dulcería Colonial”, un lugar emblemático en el que se expende el mejor sándwich de pernil de Quito. Aunque la cafetería fue fundada 426 años después, en 1988, conserva la tradición que viene desde el Quito colonial. 

 

El secreto de su gusto está, en que el pernil es preparado con carbón y con numerosas especias entre las que se encuentran ajo, pimienta, sal, comino, cebolla colorada, pimiento, achiote molido, albahaca, laurel entre otros. El sándwich se realiza en pan baguette con un toque de ají, lechuga, cebolla, tomate riñón y una salsa cuya receta es un secreto de familia. El ají es preparado con  ají rocoto y tomate de árbol.

 

Mientras se prepara el sándwich el turista bien puede tomar un café pasado o “de chuspa” mientras observa el desordenado transitar de las personas en la plaza, así como las reliquias que cuelgan de las paredes, otorgándole al lugar un aire contemplativo y acogedor. El espacio fue adaptado durante la época republicana, entre 1895 y 1960, época en la que la Curia pierde poder frente a un Estado laico y moderno, lo que obliga a los religiosos a dar otra utilidad a estos espacios que fueron pensados como catacumbas y caballerizas, transformándolos en locales comerciales cuya presencia en la plaza le otorga a la misma un singular encanto.

Elías Armendaris